El realidad fue sobre todo santiago...
El viernes habían anunciado chubascos, así que en la mañana salí con mas ganas que fe en los meteorólogos. Paso el día y nada, en la tarde después de llegar y descansar un poco me empezaba a resignar a no ver caer ni una sola gota esa tarde y a prepararme para salir en bicicleta aunque fuera un rato.
En eso estaba luchando contra la modorra que me tenia atada a la cama, cuando empece a escuchar lo que parecían truenos, me asome al balcón y si eran truenos pero aun ni luces de agua...hasta que paff!! un relámpago muy grande, seguido del ruido y un aguacero instantáneo de esos de cuento. Caía el agua con baldes, literalmente!!! hacia mucho tiempo que no veía llover así, por momentos el agua formaba una cortina que apenas dejaba ver unos metros.
Y ahí estaba yo, en el balcón disfrutando de la tormenta que con cada rayo me ponía los pelos de punta, cuando veo venir por la vereda una marmota que chorreaba agua de pies a cabeza.
A El lo agarro el aguacero en plena calle y sin paraguas....así que después de quitarse la ropa mojada nos quedamos ahí, sumidos en ese estado catatónico que nos dejan las tormentas, esperando con la respiración contenida el próximo relámpago, el ruido, el agua....no hay nada mas emocionante ser testigo de todo el poder que tiene la naturaleza y asombrarse del poco control que tenemos sobre ella.
PD: Uno de los truenos fue tan fuerte y tan cerca que activo las alarmas de los autos, me dio yuyito...
Filipo no mostró tanto entusiasmo como nosotros, supongo que el ruido lo pone nervioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario