marzo 06, 2010

3:34

Hace una semana un terremoto de 8,8 Mw (el 5to más fuerte registrado) y el posterior tsunami golpearon fuertemente nuestro país, llevándose vidas y dejando a muchos compatriotas con lo puesto o menos...no hace falta describir lo profundo de la tragedia por que en la conciencia de cada quien esta.

En lo que me queda de vida no olvidare esos dos minutos y medio en el piso 13, ni el ruido sordo del edificio meciéndose al ritmo de la tierra, ni la luna llena espectral en el cielo. Ni la sensación de entrega y profunda paz que me invadió mientras abrazada a mi marmoto en el suelo del departamento esperaba que fuera lo que tenia que ser.

Y luego de todo, agradecí ser capas de funcionar en modo de emergencia y actuar con la calma y la claridad necesaria en ese momento en que la situación nos parecía limite - había que ponerse a salvo por si las moscas - (bajamos vestidos, cargando una mochila con agua, dinero, documentos, velas, fósforos y muy importante Filipo). Y hacer lo que tenia que hacer en las horas que siguieron.

Vivimos las horas mas surrealistas que recuerde pero la vida sigue, y eso, eso es lo importante.

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